jueves, 6 de mayo de 2010

El poder de tu palabra




Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán. ¡La manera en que nos comportamos con los demás demuestra cuánto creemos en Dios!


Una palabra irresponsable: puede encender  discordias.
Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
Una palabra de resentimiento: puede causar odio.
Una palabra brutal: puede herir o matar.
Una palabra amable: puede suavizar las cosas.
Una palabra alegre: puede iluminar el día.
Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.
Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.

¡Las palabras Bendicen o maldicen, Alientan o abaten, Salvan o condenan!

Mateo 12:36-37
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.  Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.