martes, 22 de junio de 2010

Mi Padre...

Hasta cuando el andar en nuestra vida cotidiana sera menos importante que tener una buena relación con nuestro Padre? podemos pasar por alto el tener el contacto diario con nuestro amado, pero influye tanto en nuestra forma de pasar la vida, nos hace estar alertas en todo lo que hacemos, alertas para actuar conforme El haria; lei esta historia y quiero compartirla con ustedes, doy gracias a Dios por su infinita gracia que nos trae gozo cada dia...
Brennan Manning cuenta la historia de un hombre llamado Ed Farell, que viajó desde su hogar en Detroit para pasar dos semanas de vacaciones en Irlanda, a fin de celebrar los ochenta años de su tío. Al amanecer el gran día, Ed y su tío se levantaron temprano para ver salir el sol.
Caminaron por la orilla del lago Killarney, encantados con la hierba de color verde esmeralda y las cristalinas y azules aguas. Durante veinte minutos contemplaron juntos la escena en silencio.
Entonces, el tío comenzó a hacer algo poco típico en un hombre de ochenta años: Comenzó a brincar por la orilla del lago sonriendo como un escolar enamorado. Ed iba jadeando mientras trataba de alcanzarlo.
-Tío Seamus, te ves muy feliz. ¿Me quieres decir por qué? -Sí -Le dijo el anciano, mientras le rodaban las lágrimas por las mejillas-.
Verás: el Padre me quiere mucho. Ah, mi Padre me quiere muchísimo.
Así sucede en nuestra vida: . Esta es la comunión que puede hacer reír, llorar y danzar a un corazón de ochenta años por el simple gozo de saberse amado.
No fuimos hechos para la soledad; fuimos hechos para esa clase de gozo.
1 Juan 3:1
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios:
Efesios 5:1-2,8
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.
Isaías 43:19
He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Isaías 51:3
Consolará todas sus soledades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto de Dios; hallarse ha en ella alegría y gozo, alabanza y voz de cantar.

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